Revisión sobre el riesgo de neumonía asociado a la administración de corticoides inhalados para el tratamiento de la EPOC Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios

Uncategorized

Revisión sobre el riesgo de neumonía asociado a la administración de corticoides inhalados para el tratamiento de la EPOC Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios

Por otra parte, la necesidad que un paciente tiene de utilizar este tipo de broncodilatadores funciona como un barómetro que mide el control de la enfermedad. Cuando el fármaco se precisa más veces de lo habitual, podemos hallarnos ante una pérdida de control del asma, siendo necesario introducir cambios thegreenbirdsblog en el tratamiento de base. También las dosis necesarias para tratar una reagudización orientan sobre la importancia de esta, y si, por ejemplo, el medicamento ha de administrarse con intervalos inferiores a 4 horas, hay que acudir al médico sin dilación para modificar el tratamiento cuanto antes.

  • Los corticoesteroides disminuyen la capacidad del organismo para combatir las infecciones mediante la supresión de la inflamación, normalmente cuando se administran por vía oral o por vía intravenosa.
  • Aunque actualmente no hay cura para la EPOC, existen tratamientos disponibles para aliviar sus síntomas y ralentizar su desarrollo a largo plazo.
  • Es necesario hacer un balance beneficio-riesgo previo a su prescripción, con el fin de mejorar los síntomas, reducir la gravedad y riesgo de las exacerbaciones, disminuir la incidencia de efectos secundarios y retrasar la progresión de la enfermedad7.
  • Tampoco se aconseja el uso de los antibióticos fuera de las exacerbaciones infecciosas o de otras infecciones bacterianas4-9.
  • Su objetivo es corregir la hipoxemia hasta conseguir una presión arterial de oxígeno (PaO2) superior a 60 mmHg o una saturación de oxígeno mayor del 90%, sin aumentar la presión arterial de anhídrido carbónico (PaCO2) más de 10 mmHg por encima del valor basal13.

Casi todos los autores aconsejan recurrir al bromuro de ipratropio como fármaco de primera elección en la EPOC estable. Esta recomendación se basa en los resultados de diferentes ensayos clínicos, en los que se ha comparado su eficacia con la de diversos agonistas β2-adrenérgicos. Hay que señalar, asimismo, que el perfil de efectos adversos de los agentes anticolinérgicos es mejor que el de los β2-adrenérgicos.

Consejos basados en la evidencia sobre modificaciones nutricionales para reducir la aterosclerosis

En los enfermos con un déficit de alfa-1 antitripsina, la ATS7, la SEPAR4 y la normativa GOLD9 recomiendan recurrir al tratamiento sustitutivo, no así la ERS6 ni la BTS8. No obstante, hay que tener en cuenta que se trata de un tratamiento caro, que su efecto beneficioso parece limitado y que no está disponible en muchos países9. En España existe el Registro Nacional de Pacientes con Déficit de alfa-1 antitripsina desde 1993. Este registro permite recoger información sobre esta enfermedad infrecuente y aunar esfuerzos para poder desarrollar investigación clínica sobre el déficit16.

  • Al igual que sucede con los pacientes con una EPOC estable, también existe cierta reticencia sobre el uso de las teofilinas en las exacerbaciones.
  • La TT redujo significativamente las tasas de exacerbaciones moderadas o graves y el tiempo hasta su primera aparición.
  • No existe un consenso sobre la prescripción, dosis diaria, vía de administración y duración del tratamiento.
  • En realidad, un valor del cociente FEV1/VC por debajo del 70%, acompañado de una disminución del FEV1 por debajo del 80%, es el criterio más utilizado para definir la existencia de una limitación obstructiva al flujo aéreo clínicamente significativa10.
  • Su diagnóstico suele realizarse mediante una exploración física por parte del médico.
  • Por otra parte, la necesidad que un paciente tiene de utilizar este tipo de broncodilatadores funciona como un barómetro que mide el control de la enfermedad.

Sea como fuere, dada la frecuencia creciente en el uso de estos fármacos es obligado conocer sus potenciales efectos secundarios, máxime cuando las características farmacodinámicas de los distintos CI son muy diferentes. El tratamiento farmacológico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) estable está destinado al mejor control de los síntomas del paciente y a la reducción del riesgo futuro, en el que desempeña un papel fundamental la reducción de la frecuencia y de la gravedad de las exacerbaciones. En este aspecto, las guías nacionales e internacionales sitúan a las combinaciones de broncodilatadores de acción prolongada y corticoides inhalados (CI) como la mejor opción para pacientes cuyo fenotipo es exacerbador o ACO (asthma-COPD overlap)1-4. Los corticoides inhalados son medicamentos ampliamente utilizados en el tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tanto en monoterapia como en combinación con agonistas adrenérgicos beta 2 de acción prolongada.

REVISIÓN SOBRE EL RIESGO DE NEUMONÍA ASOCIADO A LA ADMINISTRACIÓN DE CORTICOIDES INHALADOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA EPOC

Asimismo, la nueva evidencia científica demuestra que en pacientes exacerbadores el uso de la triple terapia (LABA/LAMA/CI) reduce las tasas de exacerbaciones frente a la doble terapia broncodilatadora con LABA/LAMA17. Esto supone un nuevo cambio en las guías, sustentado en una reducción significativa de la tasa anual de exacerbaciones comparada con la terapia de doble broncodilatación17 y una reducción significativa de la tasa anual de exacerbaciones comparado con la monoterapia LAMA11. En este sentido, sabemos que el uso de CI tiene asociado una serie de efectos adversos, algunos de gravedad, como la neumonía.

Se ha demostrado que con estos fármacos se reduce la tasa de exacerbaciones, mejora la calidad de vida y aumentan algunos parámetros de función respiratoria. Sin embargo, no existe evidencia de que tengan un efecto a largo plazo sobre el deterioro de la función pulmonar15. En la guía de la SEPAR-semFYC se desaconsejan explícitamente en los pacientes con una EPOC leve, con una prueba broncodilatadora negativa y en los individuos que no han respondido a una prueba con corticoides orales5.

En casos extremos, en algunas bullas se produce una especie de sistema valvular que permite la entrada de aire con la inspiración, pero no la salida durante la espiración. Gran parte de los asistentes a las reuniones regionales mostraron su acuerdo con estas premisas y con las recomendaciones sugeridas en el segundo módulo; no obstante, hubo discrepancias basadas en las distintas interpretaciones de las recomendaciones de las guías que se debatieron en las reuniones. Los diferentes métodos de administración varían desde cánula nasal hasta ventilación mecánica7.

Esta afección causa un estrechamiento de los tubos bronquiales de los pulmones (bronquios) o un deterioro de los sacos pulmonares. En los pacientes ingresados en UCI bajo asistencia respiratoria, se definió éxito la no necesidad de intubación y/o la reducción en la tasa de mortalidad en pacientes intubados. Se incluyeron ECA diseñados para evaluar eficacia y seguridad de los corticosteroides sistémicos durante EAEPOC, comparando con placebo o tratamiento estándar. Se incluyeron pacientes ambulatorios, de urgencias, planta de hospitalización y UCI mayores de 18 años con EAEPOC identificada según criterios Anthonisen (Tabla 1).

Los pacientes con EPOC ya tienen un riesgo aumentado de fracturas óseas osteoporóticas (sedentarismo y tabaquismo)19. Por ello, es un efecto adverso para valorar en pacientes mayores de 70 años y con tratamientos prolongados de manera continuada de CI20. Es importante destacar la creciente importancia de la eosinofilia como predictor de la respuesta a CI en el diagnóstico de los pacientes ACO y exacerbadores10, ya que predice el riesgo de exacerbaciones y la respuesta al tratamiento con LABA/CI. Según GOLD 2019 el tratamiento de la EPOC está condicionado por los síntomas y las agudizaciones4.